La estenosis es el estrechamiento de una estructura, en este caso particular; es el estrechamiento del canal espinal o del tubo óseo, por donde viajan las raíces nerviosas y la médula espinal. La columna cervical se encuentra en la porción superior de la columna, la cual consta de siete vértebras, conformando lo que comúnmente hemos conocido como cuello. Un disco parecido a un gel separa las vértebras de cada persona. El disco proporciona un colchón adicional entre los huesos; como resultado, permite el movimiento natural.
La médula espinal es una composición de nervios que recorren el canal espinal; esto es desde la base del cerebro hasta la parte baja de la espalda. Los nervios presentes nos permiten sentir, controlar y mover los intestinos, la vejiga y otras funciones corporales, ya que las raíces nerviosas individuales se ramifican desde la médula espinal en cada nivel. Constituye los nervios de tus manos y brazos. En la estenosis cervical, el canal espinal se estrecha y puede comprimir o apretar las raíces nerviosas hasta el punto en que salen de la médula espinal. Por otro lado, podría dañar o comprimir la propia médula espinal.
El canal espinal óseo tiene espacio más que suficiente para la médula espinal, con alrededor de 17 a 18 milímetros; es un poco menos que el tamaño de un centavo. Como resultado, se producirá estenosis cervical cuando el canal se estrecha a unos 13 milímetros o menos. En caso de que el tamaño caiga a 10 milímetros, podrían producirse síntomas graves de mielopatía. Mielopatía es un término comúnmente utilizado para cualquier afección que afecte la médula espinal. Algunas de las causas de la estenosis cervical se identifican a continuación.
La estenosis cervical ocurre principalmente debido a los cambios de degeneración que tienen lugar en la columna, que es el resultado del desgaste. Tiende a progresar a medida que los individuos envejecen. A veces, una parte del disco similar a un gel puede romperse, lo que ejerce cierta presión sobre los nervios. A medida que avanza la degeneración, el disco puede colapsar e incluso disminuir de altura, lo que deja menos espacio para que los nervios puedan trabajar.
Además, los ligamentos que están presentes en la columna pueden engrosarse y pueden comenzar a formarse espolones óseos, conocidos como osteofitos, alrededor de los cuerpos vertebrales.
También existen otras causas menos comunes de estenosis cervical. En raras ocasiones, una persona puede nacer con anomalías de la columna, lo que puede provocar una estenosis congénita. Es cuando se nace con el canal espinal más estrecho de lo normal. En los primeros años de vida de este individuo en particular, es posible que no sienta nada, pero esto los pone en riesgo de sufrir estenosis cervical. Una lesión menor en el cuello puede provocar que tengan una presión inmensa sobre la médula espinal.
Los cambios que se producen con la degeneración y la hernia de disco podrían provocar la interrupción del suministro de sangre que va a la médula espinal. Las secciones de la médula espinal que no reciben un suministro de sangre adecuado estarán expuestas a menos oxígeno. Como resultado, al no hacer que funcione normalmente, se observarán síntomas de mielopatía.
La estenosis cervical tiende a desarrollarse muy lentamente durante un período. La razón es que la degeneración ocurre más adelante en la vida de un individuo y es la causa principal de la estenosis espinal. Los síntomas rara vez se desarrollan todos a la vez cuando la degeneración está causando el problema. Sin embargo, en el caso de que se experimente una lesión en el servidor o una hernia de disco, los síntomas podrían aparecer mucho más rápido, por lo que se analizarán más a fondo.
El primer síntoma que observan la mayoría de los pacientes es la forma de caminar, ya que no se dan cuenta de que el problema podría provenir del cuello. Sin embargo, la presión que se ejerce sobre la médula espinal alrededor del cuello puede afectar los músculos y nervios de las piernas. Como resultado, provoca un cambio en la forma de caminar.
Otro síntoma son los problemas en las manos. La principal queja de la mayoría de los pacientes es que empiezan a sentir las manos entumecidas. Otros comenzarían a sentirse torpes al realizar algunas actividades motoras como escribir a máquina o escribir. Además, la capacidad de agarrar y soltar un objeto comienza a resultar difícil. Esto se debe a que los músculos que se encuentran a lo largo del borde interior de los dedos y las palmas comienzan a debilitarse.
En la mayoría de los pacientes también comienza a aparecer debilidad en los hombros. Ocurre cuando la médula espinal es comprimida por la parte superior del cuello. Las áreas más afectadas son el músculo deltoides y el músculo del omóplato, que cubre la parte exterior y la parte superior del hombro. Estos músculos comienzan a debilitarse y muestran algunos signos de atrofia, lo que se conoce como atrofia causada por no recibir la información nerviosa adecuada.
La presión que se experimenta contra la médula espinal puede crear algunos problemas con la vejiga y el intestino. La presión suave le hará sentir que necesita orinar con frecuencia, pero también dificulta que la orina fluya, esto se llama vacilación urinaria. La alteración moderada tiende a provocar que las personas tengan un flujo de orina débil; como resultado, esto les hace gotear orina. Además, hace que el individuo se esfuerce durante la evacuación intestinal. En consecuencia, en casos severos, la persona no es capaz de controlar sus intestinos y vejiga, la condición se conoce como incontinencia.
En la mayoría de los casos, la estenosis cervical se puede tratar haciendo algunos ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, cambiando su estilo de vida y tomando medicamentos de venta libre. En algunos casos, su médico puede agregar algo de fisioterapia junto con el régimen de tratamiento. En caso de que se produzca un brote agudo, se puede tratar con un ciclo breve de analgésicos o esteroides orales. Si sus síntomas persisten, su médico podría recomendarle una cirugía.